Los niños, niñas y
adolecentes tienen derecho a ser criados y desarrollarse en el seno de la
familia de origen, cuando esto no sea posible, tendrá derecho a una familia
sustituta, esta adopción tiene efectos
similares a la relación de parentesco entre padres e hijos y se establece siempre en beneficio del adoptado o
adoptada.
Los niños, niñas y
adolecentes son sujetos plenos de derechos y estarán protegidos por la legislación,
órganos y tribunales especializados quienes garantizaran que se cumpla el
contenido de esta constitución y tratados internacionales referentes a dicho
tema. El estado, la familia y la sociedad tendrán como prioridad la protección integral,
la cual se tomara en cuenta su interés superior en las decisiones que le
corresponda.
Los adolecentes tienen
el derecho y el deber a ser activos en el proceso de desarrollo, el estado, las
familias y la sociedad creara oportunidades para estimular el transito
productivo hacia la vida adulta, la capacitación y el acceso a su primer
empleo. Se prohíbe el trabajo que pueda afectar su desarrollo integral, el estado
los o las protegerá contra cualquier explotación económica o social.